Diferencias entre la piel seca y la piel deshidratada

Diferencias entre piel seca y piel deshidratada

La piel seca o deshidratada no son conceptos sinónimos. De hecho, aunque puede parecerte que no hay diferencia entre ambas, nada más lejos de la realidad. Así, es posible que tu piel se encuentre deshidratada y carente de agua, aunque la tengas mixta e incluso grasa. Por lo tanto, no caigas en el error de creer que la deshidratación es territorio exclusivo de las pieles secas pues todos podemos padecer este problema con independencia de cuál sea nuestro tipo de piel. Vamos a indagar un poco más acerca de este tema.

¿Qué es una piel seca?

Entre los tipos de piel podemos cuatro fundamentales: piel grasa, piel mixta, piel normal y, por supuesto, piel seca. Esta última se distingue porque apenas presenta lípidos naturales (las sustancias grasas o sebo propio de la piel) en su superficie, se muestra escamosa y apenas son visibles sus poros. Además, otra de las características de este tipo de piel es que es muy vulnerable a factores como el clima, la sequedad del ambiente y los productos cosméticos, por lo que es fundamental extremar los cuidados que le dispensemos.

Así, este tipo de piel precisa no solo hacerle llegar la hidratación necesaria, como cualquier otro tipo de piel, sino también incluir los lípidos que no tiene por sí misma a través de la aplicación de cremas nutritivas adecuadas tanto de día como de noche. Este es el único modo de poder mantener esta hidratación en su interior, formando una capa lipídica de protección, y haciendo llegar sus activos nutritivos más en profundidad. 

Por lo tanto, una manera eficaz de cuidar este tipo de piel correctamente es a través de productos específicos como NIVEA Crema de Día Nutritiva para Piel Seca, que proporciona ingredientes como el aceite natural de almendras y el Hydra IQ, que nutren y aportan una hidratación intensiva durante todo el día, proporcionando además protección UVA y FP30 para defenderla de las agresiones externas y del envejecimiento prematuro provocado por el sol.

No podemos pasar por alto que una piel seca nos acompañará de por vida, y que probablemente se volverá más seca con el paso de los años, mientras que la deshidratación puede ser un fenómeno pasajero, pero que puede volverse recurrente si no tomas medidas al respecto.

¿Cómo reconocer una piel deshidratada?

Por su parte, las características de una piel deshidratada son fácilmente reconocibles y, como decíamos, incluso la piel mixta o grasa puede mostrar estos inequívocos signos. En concreto, hablamos de los siguientes:

  • Piel opaca, pálida y cansada.
  • Molestias como sensibilidad, tirantez e incluso picor, irritación o zonas con rojeces y granitos.
  • Arrugas que se vuelven más pronunciadas y otros signos de envejecimiento como un aumento en su flacidez.

A esto se suma que ciertos factores como el exceso de sol, el aire acondicionado, la calefacción o el viento pueden agravar su estado. A veces es el uso de unos determinados cosméticos no aptos para nuestra piel los que pueden desencadenar su deshidratación.

No podemos olvidar que hábitos tan poco saludables como el tabaquismo, beber mucho alcohol o incluso la cafeína o las bebidas carbonatadas pueden fomentar la deshidratación de la piel. Por supuesto, las situaciones como el estrés o el cansancio también pueden repercutir en el equilibrio de hidratación necesario para el bienestar de nuestra piel.

Y, lo más fundamental, una ingesta insuficiente de líquidos tan saludables como el agua ocasiona inevitablemente una deshidratación en todos nuestros órganos, incluida la piel. Por lo tanto, conviene beber con frecuencia a pesar de que no sintamos sed. En este sentido, conviene que sepas que una epidermis hidratada presenta entre un 10 y un 20 % de contenido en agua, mientras que cuando se encuentra deshidratada no llega a superar el umbral del 10 % y ese déficit causa los estragos que ya te hemos contado.

Productos para evitar la deshidratación en la piel

Esperamos que hayas tomado buena nota de los hábitos que debes desterrar de tu vida para evitar que la piel se deshidrate. En cualquier caso, la aplicación de cremas y serums como los que siguen para hidratar en profundidad tu piel te vendrán de maravilla para salir al paso de esta situación, sea transitoria o no:

Con todo lo expuesto, seguramente ya no confundes la piel seca con la deshidratada. De hecho, te resultará más fácil identificar este problema e incluso la causa que ha motivado su aparición. Y, sobre todo, tendrás productos para ponerle remedio. Pero, ante todo, ¡no olvides beber agua de forma abundante! Es un paso básico y sencillo para mantener una piel hidratada y saludable.