La zona íntima tiene un entorno ligeramente ácido (pH de 4,0 a 4,5), y por una buena razón: los microorganismos dañinos no pueden sobrevivir en este entorno ácido. Por tanto, la flora vaginal protege la zona genital de las infecciones.
Para no alterar esta sensible capa protectora ácida, la higiene íntima debe ser especialmente suave. Sin embargo, muchos geles de ducha y jabones tienen un valor de pH demasiado alto (9-11) para la zona íntima. Pueden resecar la piel y aumentar la susceptibilidad a las bacterias y los hongos. Por lo tanto, lo mejor es emplear jabones o lociones especiales de limpieza para la higiene íntima que preserven el pH natural de la zona genital.
- ¿Es absolutamente necesario un gel limpiador de higiene íntima?
Gracias a la función autoprotectora de la flora vaginal, la limpieza con agua es teóricamente suficiente. Sin embargo, los productos para el cuidado íntimo de la mujer, probados ginecológica y dermatológicamente, ayudan a mantener la barrera protectora natural de la piel y pueden potenciar la agradable sensación de frescor tras cada limpieza.
- ¿Con qué frecuencia debo limpiar mi zona íntima?
Un cuidado suave y respetuoso con la piel es importante, pero al mismo tiempo es esencial no excederse para proteger la capa protectora ácida de la piel en la zona íntima. Basta con lavarse una vez al día en la ducha o el baño. Si quieres refrescarte durante el día, te recomendamos que utilices toallitas suaves de higiene íntima.
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