Manos sudorosas: ¿qué hacer?

Ciertas personas padecen sudoración excesiva en las palmas de las manos. Además, este fenómeno, cuando también afecta los pies, a las axilas e incluso al rostro, es conocido como hiperhidrosis focal. Los casos más severos pueden acabar lastrando la autoestima de la persona ya que puede derivar en un problema a la hora de hablar en público o en las relaciones sociales porque este sudor tan copioso y antiestético es impredecible.

Al ser una sudoración anormal –no vinculada con actividad física– desbordante es capaz de empapar nuestra ropa e incluso ocasionar que nuestras manos goteen.

¿Por qué sudan tanto las manos?

En estas situaciones lo que ocurre es que los nervios que deben mandar señales a las glándulas sudoríparas se vuelven hiperactivos por motivos como el estrés sin que haya actividad o esfuerzo físico que lo justifique.

Este problema carece de explicación médica, pero sí que se contempla la posibilidad de que varios miembros de la misma familia compartan el inconveniente de la sudoración excesiva. Por lo tanto, puede tener un componente hereditario.

A su vez, ciertas enfermedades pueden presentar como efecto secundario la hiperhidrosis también; así como determinados momentos vitales que suponen cambios hormonales (como la menopausia) nos pueden hacen más proclives a este problema. En resumen, podemos citar las siguientes causas:

Diabetes.
Los sofocos de la menopausia pueden venir acompañados de una sudoración excesiva.
Alteraciones en la glándula tiroidea.
La enfermedad de Parkinson.
Nivel bajo de azúcar en sangre.
Algunos tipos de cáncer.
Infecciones diversas.

Cómo combatir la sudoración excesiva en las manos

Aunque es conveniente acudir a nuestro médico de cabecera para que haga una recomendación clara sobre cuál es el especialista al que debemos acudir, para que una vez identificada de forma clara la causa originaria el tratamiento será el más adecuado, si bien es cierto podemos combatir el problema y hacer mucho al respecto adoptando unas recomendaciones tan sencillas como las que detallamos a continuación:

Evitar alimentos picantes, así como bebidas excitantes como la cafeína y la teína para contrarrestar la sudoración.
No introducir las manos en los bolsillos, pues favorece que se calienten y que, por lo tanto, suden más.
Evitar en la medida de lo posible secar las manos ya que con este gesto no hacemos más que recordar al cerebro la existencia del problema y es posible que la ansiedad estimule aún más la sudoración.
Y quizás se podría probar aplicando algún producto antitranspirante

Dicho esto, parece claro que hay maneras de combatir esta sudoración de las manos de una manera eficaz y no invasiva utilizando antitranspirantes en formato roll-on como NIVEA Dry Comfort de fragancia suave y alta eficacia. No obstante, si el uso de un antitranspirante no es suficiente para mejorar la situación, consulta a tu médico pues existen soluciones adecuadas, como la ingesta de medicamentos o llegado el caso más extremo intervención quirúrgida, para atajar este tipo de problemas.

Fuentes consultadas: