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Pelo graso. Consejos para combatirlo

Vale, te ha tocado tener el pelo graso y ya no sabes ni cómo lavarlo. Es muy posible que tengas muchas dudas acerca de cómo cuidarlo e incluso te veas abocada a lavarte el pelo constantemente, pero ni con esa rutina consigues el resultado que deseas.

También el pelo graso puede acompañarnos de forma temporal en nuestra vida por circunstancias como un embarazo. En definitiva, estamos ante todo un problemón capilar que hace que muchos se tiren de los pelos intentando solucionarlo. Hablamos largo y tendido sobre ello en este artículo. Ya verás cómo tu pelo graso tiene los días contados.

Cómo detectar si tienes el cabello graso

No hace falta ser un gran entendido en asuntos capilares para identificar un pelo graso. Este último se distingue por una ausencia de brillo natural ya que el sebo apelmaza los cabellos. De esta manera, adquiere una apariencia pesada y necesitamos lavarlo con frecuencia. Incluso es posible que irrumpa la caspa. ¿Te suena? También en entornos urbanos el pelo graso se vuelve un inconveniente más común debido a la presencia de partículas de polución que incrementan la producción de sebo.

¿A qué se debe el pelo graso?

El pelo graso se debe a la acumulación de células muertas de la piel ya que las glándulas sebáceas del cuero cabelludo, que se encargan de mantener hidratado el pelo, producen sebo de forma excesiva. Por lo tanto, aunque su ‘intención’ es buena, parece que a veces se exceden en el cuidado y esto deriva en cabello graso.

La mejor manera de combatir este problema es conociendo la causa que lo motiva. ¿Las vemos?

  • La llegada de la adolescencia y la pubertad que entran en nuestra vida como elefante por cacharrería.
  • Cierto tipo de alimentos pueden favorecer la producción de sebo. Así que destierra –o reduce a su mínima expresión– el consumo de comida basura, los fritos, la carne roja o los productos lácteos.
  • Algunos medicamentos que actúan sobre nuestras hormonas, como la píldora anticonceptiva, puede afectar a nuestro cabello.
  • Los factores genéticos a los que, por supuesto, no hay manera de dar esquinazo.
  • El empleo de un champú inadecuado puede alterar nuestro cabello. Ten presente que el champú, jabón y otros tratamientos son capaces de cambiar el pH del pelo. Por lo tanto, se produce una estimulación de las glándulas sebáceas y un exceso de sebo empieza a hacer de las suyas en nuestro cabello.

Utilizar un champú para pelo graso

Lo cierto es que existen muchos remedios para el pelo graso. El más sencillo de todos pasa por emplear un champú específico. En NIVEA hemos desarrollado un champú micelar que limpia en profundidad y, por supuesto, respeta el pH natural del cuero cabelludo. Es muy posible que el término micelar te pille de nuevas. Lo cierto es que ésta es una tecnología inteligente que te permite desprender la suciedad del pelo, sin que ello afecte a los lípidos naturales esenciales. A esto se añade que es un producto exento de siliconas y, por lo tanto, podremos usarlo todos los días o cuando lo consideremos preciso. Las micelas resultan muy eficaces para el tratamiento de los pelos grasos ya que constan de una parte lipófila –que se siente atraída por las partículas grasas– que envuelve los residuos grasos y los arrastra.

Otros remedios efectivos

Aunque empezar a usar un champú para pelo graso es una medida increíble para combatir el sebo, hay ciertos consejos que puedes aplicar en el día a día que se sumarán a tu causa:

  • Lávate el pelo con agua tibia, pues si está muy caliente puedes favorecer la aparición de grasa ya que esta mantiene los poros abiertos que producen el sebo.
  • Cepíllate el pelo a diario a pesar de que en apariencia no lo necesites. Con este sencillo gesto lograrás repartir el exceso de sebo de una manera homogénea por todo el cuero cabelludo, además de activar la circulación y eliminar el polvo. El cepillado es especialmente importante si vives en una ciudad grande donde la contaminación es una constante.
  • Lavarte el pelo de vez en cuando con vinagre de manzana también puede ayudarte a equilibrar el pH del cuero cabelludo y reducir la secreción de sebo que te lleva de cabeza.
  • Tras mojarlo, sécalo con suavidad. Así que olvídate de frotarlo con vigor con una toalla. Decántate por secarlo con suavidad desde la raíz a las puntas. Y si empleas el secador, mantenlo a una distancia adecuada y que la temperatura no sea muy alta. Pero en cuanto llegue el buen tiempo, aparca el aparato en el cajón, y sécalo al aire.
  • Evita tocarte el cabello pues cada vez que lo haces, te expones a ensuciarlo un poco más.

En cualquier caso, si eres mujer, aprende un buen repertorio de moños, coletas, recogidos o trenzas para disimular la suciedad de tu pelo y salir del paso de una manera estilosa. 

No obstante, es imposible que, con un champú para pelo graso en la ducha y la puesta en práctica de todos estos remedios, ese pelo graso se te resista mucho más. Lo dicho. ¡Tiene los días contados!