¿Para qué sirve el tónico facial?

El tónico es un hidratante líquido. Una sustancia acuosa está llena de ingredientes maravilloso que alimenta tu piel. Al igual que el agua, el tónico contiene oxígeno, hidrógeno (en bastante más cantidad) y también importantes vitaminas, ácidos (por ejemplo, ácido salicílico y niacinamida), antioxidantes y antiinflamatorios; y cuando se combinan trabajan en conjunto para perfeccionar el aspecto de tu piel.

Aunque el nombre sugiera que su principal función es tonificar tu piel, esta solución puede hacer mucho más. Su uso frecuente te ayudará a mantener la piel hidratada, a desobstruir los poros y disminuir su tamaño, a reequilibrar los niveles de pH y a eliminar el exceso de grasas. Si además tu tónico tiene propiedades antiinflamatorias, podrá reducir el enrojecimiento producido por el acné y las imperfecciones.

Al utilizar un tónico antes de exfoliar o tratar la piel, introduces una dosis adicional de nutrición y de vitaminas que ayudan a mantener los resultados por más tiempo. Para darle a tu piel todo lo que necesita, recomendamos que sigas estos consejos:
- Aplica el tónico.
- Exfolia (dos o tres veces a la semana como máximo) y enjuaga.
- Aplica tu tratamiento. 
- Utiliza un hidratante y deja que la piel lo absorba.



¿Hay que enjuagar el tónico facial? 

No es necesario remover el tónico, solo debes dejar que sea absorbido para que la piel se beneficie de sus ingredientes nutritivos.

Para empezar, pon algunas gotas en dos discos de algodón. Podrás utilizar la cantidad que veas necesaria, pero no es necesario remojar. Para obtener los mejores resultados, en vez de arrastrarlo, deberás pasar el algodón suavemente por la piel y masajearla.

1. Utiliza el producto de limpieza y desmaquíllate.

2. Pasa el algodón debajo de la barbilla y, de ahí, hasta las sienes y la frente. Aplica una ligera presión. 

3. Continua hasta el centro de las cejas y, después, baja por cada lado de la nariz hacia fuera, hasta la zona debajo de los ojos y las mejillas. Recuerda: siempre con movimientos suaves y masajeando. 

4. No te acerques demasiado a los labios o a los párpados, que son zonas más delicadas. 

5. Vuelve a pasar el algodón por las zonas que pueden tener más células muertas, como por ejemplo las áreas con tendencia a la aparición de arrugas, en los lados de los ojos y debajo de las cejas y la frente.

6. Deja que el tónico sea absorbido y que actúe antes de continuar tu rutina. Recuerda: no es necesario enjuagar el producto.

Ahora que ya sabes cómo aplicar el tónico facial, ¿a qué esperas para probarlo?