Cómo ahorrar tiempo en tu rutina de belleza

Cómo ahorrar tiempo en tu rutina de belleza

Desde NIVEA recopilan unos sencillos consejos para tardar mucho menos

 

Dormir bien es una de las claves de una vida sana. Un buen descanso, combinado con una alimentación saludable y un poco de ejercicio físico de forma regular, consigue alejar un gran abanico de enfermedades y dolencias: desde la obesidad hasta el estrés e, incluso, los problemas relacionados con la memoria. Y, por supuesto, dormir el tiempo suficiente y descansar bien son dos requisitos para una piel bonita.

 

Los expertos de www.nivea.es, la marca n.º 1 mundial en cuidado de la piel*, explican que la edad es el factor principal que define cuántas horas debemos dormir. Los adultos, de entre 26 y 64 años, necesitan 6 horas como mínimo, pero lo ideal es descansar entre 7 y 9 horas. Los más dormilones pueden llegar a las 10 horas diarias, el tiempo máximo que se recomienda para esa edad.

 

Cuando se trata de despertarse, hay dos tipos de hábitos. La de levantarse en cuanto suena la alarma; y la de posponer una y otra vez la alarma porque su cuerpo les pide despertarse poco a poco. Quienes practican este último hábito son los que más valoran conseguir cinco minutos más antes de tener que salir de casa (o sentarse a teletrabajar). Para ellos, los expertos de NIVEA han recopilado algunos consejos que ahorran unos valiosos minutos cada mañana. Y, aun así, permiten mantener una rutina completa de belleza para mantener la piel sana y bonita:

1. Aprovechar el tiempo en la ducha

Al igual que hay dos tipos de hábitos a la hora de despertarse, también los hay cuando se trata de ducharse. Unos prefieren hacerlo antes de irse a la cama, mientras que otros se duchan a primera hora para despertarse y comenzar el día limpios y frescos. Para estos últimos, hay algunos trucos muy fáciles para aprovechar ese tiempo.

 

- Comenzar la limpieza facial

La ducha es perfecta para iniciar la rutina de belleza. Por ejemplo, se puede aprovechar el momento que tarda el agua en salir caliente para humedecer el rostro y aplicar un gel limpiador facial o un producto exfoliante facial y así eliminar las células muertas e impurezas que obstruyen los poros. El uso del exfoliante se puede hacer una o dos veces a la semana.

Es importante hacer la limpieza del rostro mientras el agua aún no está muy caliente, ya que la piel de la cara es más sensible y requiere menos temperatura. Gracias a esto, tendremos el rostro limpio aprovechando ese tiempo.

 

- Usar una mascarilla para el rostro

Las mascarillas faciales suelen necesitar un mínimo de 10 minutos para absorberse totalmente y cumplir su función. Una o dos veces a la semana, se puede utilizar el ratito mientras nos enjabonamos el cuerpo en la ducha para dejar este paso hecho y comenzar el día con una piel nutrida y radiante, pero ojo, debemos de ser lo suficiente habilidosas para que el agua no nos de en la cara por lo que lo más recomendable es cerrar el grifo mientras nos enjabonamos.

 

- Hidratar el cuerpo dentro de la ducha

A muchas personas les da pereza echarse crema después de la ducha. No solo lleva tiempo aplicarla, sino que luego hay que esperar a que se absorba para vestirse. Este es uno de los motivos de las personas que se duchan por la noche, para que la hidratación actúe durante las horas de sueño. Si se utiliza un producto hidratante corporal que sea específico para aplicar durante la ducha, se consigue una hidratación completa en pocos segundos y podremos vestirnos después sin más demoras.

2. Evitar lavarse el pelo todos los días

Por lo general, y salvo excepciones, el cabello no necesita que lo lavemos cada día. De hecho, lavarlo con demasiada frecuencia lo reseca, así como al cuero cabelludo, y puede provocar que se ensucie y engrase con más rapidez. Por eso, no todas las duchas matutinas tienen que ser largas. Al saltarnos el paso del cabello, apenas estaremos unos minutos bajo el agua.

3. Desayunar mientras se absorben la hidratante y el protector solar

Es imprescindible una buena rutina de hidratación por la mañana. La piel debe limpiarse de los residuos acumulados durante la noche e hidratarse y protegerse correctamente para aguantar los factores externos durante el día. Pero a muchas personas les cuesta esperar a que se absorban los productos antes de maquillarse o ponerse la mascarilla. Sin embargo, es muy importante esperar a que el rostro absorba todos los productos y esté seco antes de usar la mascarilla. La humedad de la piel, junto con la que generamos al respirar, crea un clima idóneo para la proliferación de bacterias y hongos, y por ende, favorecer que aparezcan granitos.

 

Para no desperdiciar ese tiempo, un buen truco es hacer toda la rutina de belleza antes de desayunar o de vestirse. Así, el rostro estará preparado cuando hayamos terminado el café.

4. Dos trucos más para quienes se maquillan

La pandemia ha hecho que el maquillaje quede un poco olvidado. A muchas personas les gustaba maquillarse cada mañana para ir a trabajar y ahora, con el teletrabajo, prefieren ahorrarse ese tiempo. Sin embargo, aún hay algunas amantes del maquillaje a las que les encanta invertir unos minutos en él. Para ellas, dos consejos más para aprovechar ese tiempo exclusivamente en disfrutar del maquillaje:

 

- Preparar todos los productos la noche anterior en el orden en que se vayan a usar

Tras la rutina de limpieza e hidratación, encontrar los pinceles y los productos de maquillaje ya colocados evita perder tiempo en buscarlos y elegir. Por supuesto, este truco también sirve para la ropa: preparar lo que vamos a ponernos al día siguiente nos ahorrará unos valiosos minutos por la mañana.

 

- Usar una hidratante con color y protección solar

El protector solar es el último paso de cualquier rutina de hidratación (o penúltimo en el caso de maquillarse). Nunca debe faltar si se va a salir a la calle, incluso si está nublado. A no ser que tengamos un problema de piel que nos obligue a utilizar un producto específico de protección solar, al escoger un protector solar hidratante que tenga un toque de color, no hará falta usar ni base de maquillaje ni protector solar después. ¡3 pasos en 1!

5. Un truco extra: depilarse después de la ducha

Antes de pasar la cuchilla por las piernas, hay que preparar la piel para que esta se deslice mejor. Y la mejor forma de prepararla es ducharse primero. Esto lo hacen muchos hombres en su rutina de afeitado habitual. El agua caliente abre los poros y hace que el afeitado sea más sencillo, menos agresivo con la piel y, por supuesto, más rápido.

 

La doctora María Agustina Segurado, experta asesora de NIVEA, ha comentado: "Hidratación y descanso son dos factores básicos para tener una piel sana, pero a veces cuesta bastante renunciar a unos minutos más en la cama. Sin embargo, es indispensable comenzar el día con el rostro limpio, hidratado y protegido, más ahora que hay que pasar muchas horas con mascarilla. La piel sufre con la oclusión que producen y con el roce de su tejido, impidiendo que pueda respirar con normalidad, por lo que es más importante que nunca cuidarla bien por la mañana. En NIVEA sabemos que el tiempo es oro, y por eso hemos querido aportar estos sencillos consejos para no perder ni un segundo. Con estas pautas tan simples y los productos adecuados, la rutina de belleza se puede acortar significativamente."