1) Encuentra el mejor limpiador para tu piel
Asegúrate de limpiar tu rostro con un producto diseñado para eliminar la suciedad y el sebo sin eliminar demasiados aceites. Si un producto se seca demasiado, en realidad puede conducir a un aumento en la producción de sebo.
Nuestra gama NIVEA de Limpieza Facial funciona muy bien como limpiadores faciales y desmaquilladores, eliminando suavemente el sebo en la cara y otras cosas que perjudican a tu piel, dejándola respirar.
2) Encuentra la mejor crema hidratante para tu piel
Recuerda, si tu piel se seca demasiado, producirá sebo adicional para compensar. Eso significa que sigue siendo importante hidratar. Elige un producto como nuestra Crema de Día Refrescante NIVEA 24H, que ayuda a reducir los niveles de grasa de tu piel, al mismo tiempo que ofrece una explosión de hidratación que dura todo el día.
3) Mejora tu dieta
Centrarse en una dieta fresca y variada puede hacer maravillas. Los alimentos que contienen azufre como el pescado, las verduras, las legumbres, los huevos y los frutos secos pueden ayudar a reducir los niveles excesivos de sebo en la cara y sebo en general.
4) Ten en cuenta tus productos para el cuidado del cabello
¿Sabías que tu champú y acondicionador pueden tener un impacto en tu piel? Tiene sentido. Si estás usando un champú particularmente secante, es posible que aparezca la caspa. Y, para contrarrestar el efecto de resequedad, tu piel podría empezar a producir excesivo sebo en la cara. Una buena manera de evitarlo es encontrar una combinación de champú y acondicionador que no contenga sulfatos.
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