chica con pelo rizado

Cómo cuidar las manos secas y agrietadas

Descubre qué causa la piel seca, escamosa y agrietada de nuestras manos, cómo evitarla y cómo aliviar el dolor con NIVEA

Cómo cuidar las manos secas y agrietadas

La sequedad de las manos es una preocupación común y no suele ser nada grave. Sin embargo, teniendo en cuenta lo mucho que usamos las manos, puede resultar irritante e incómodo. Así que si quieres algunos consejos sobre cómo hidratar las manos mejor o incluso probar algunos remedios caseros para aliviar tus manos secas, sigue leyendo para saber más.

Síntomas de manos secas y dedos agrietados

Las manos secas pueden ser bastante fáciles de detectar. Estos son los síntomas más comunes del aspecto y el tacto de las manos secas:
 

- La piel de las manos está escamada y descamada 
- La piel de las manos puede picar y agrietarse
- La piel de las manos puede estar enrojecida, o la piel más oscura puede parecer gris
- La piel puede sentirse tensa, como si estuviera tirando
- La piel puede resultar áspera al tacto
- Pueden aparecer pequeñas líneas que luego se convierten en grietas
 
Si tu piel está muy seca, las grietas de la mano pueden sangrar y doler. Esto significa que incluso las tareas más sencillas, como teclear, abotonarse la ropa o simplemente darse la vuelta mientras duermes, pueden resultar muy dolorosas. Si las bacterias entran en la piel abierta, existe la posibilidad de que tus manos se infecten.


¿Qué causa la sequedad en las manos?

Si te preguntas "por qué se me pelan las manos", estos son algunos de los factores más comunes que contribuyen a la sequedad de las manos.
 

1. El clima

Uno de los principales responsables de la sequedad y el picor de las manos agrietadas son los elementos. En invierno, cuando el aire se vuelve más frío, la falta de humedad en el aire hace que la piel de nuestras manos se reseque, y el viento lo agrava. Sin embargo, no es sólo el aire frío. La baja humedad de la calefacción en el interior también puede restarle humedad a nuestra piel. En los meses calurosos de verano o en los climas más secos, el sol también puede tener el mismo efecto en nuestras manos.

 

2. Lavado de manos

Lavarse las manos de forma adecuada y periódica es imprescindible para detener la propagación de gérmenes y mantenerse sano. Sin embargo, puede pasar factura a nuestras manos y hacer que se resequen. El agua caliente y algunos jabones pueden despojar a la piel de su barrera aceitosa natural, que no sólo la mantiene suave sino también hidratada. Piensa en todas las veces que nos lavamos las manos al día -lavando los platos o duchándonos- y lo que eso supone para nuestras manos. Si a esto le añadimos los efectos desecantes de las abundantes cantidades de desinfectante de manos que utilizamos, no es de extrañar que nuestras manos se resientan.

 

3. Condiciones médicas

La mayoría de los casos de manos secas están causados por uno o ambos factores mencionados. Sin embargo, a veces esta sequedad puede deberse a una afección médica o cutánea subyacente.

Por ejemplo, el eczema y la psoriasis pueden hacer que nuestra piel se reseque, se escame, se enrojezca y pique. Las enfermedades subyacentes, como la dermatitis atópica, pueden hacer que nuestras manos se sientan repentinamente secas, ásperas e inflamadas. La sequedad de las manos también puede ser un síntoma de enfermedades, como la diabetes y las afecciones tiroideas. 

Si tu piel está extremadamente seca y te duele, es buena idea acudir a un médico o dermatólogo.

4. Factores desencadenantes del estilo de vida

Muchos de los factores comunes de nuestro estilo de vida pueden afectar negativamente a nuestro cuerpo, también pueden causar estragos en la piel de nuestras manos:

- No beber suficiente líquido puede provocar sequedad y descamación en las manos.
- El alcohol deshidrata nuestro cuerpo, haciendo que la piel se vea y se sienta más seca y con menos volumen. 
- La piel que envejece pierde naturalmente la humedad y es generalmente más seca y menos elástica. 
- La nicotina afecta al sistema inmunitario y puede inflamar la piel, lo que puede provocar la aparición de enfermedades como la psoriasis.
- El estrés activa nuestras glándulas sudoríparas, provocando una mayor deshidratación y, en el caso de enfermedades como el eczema o la psoriasis, el estrés puede desencadenar brotes.

 

¿Cómo prevenir la sequedad en las manos?

La buena noticia es que hay muchas cosas que puedes hacer para mantener tus manos hidratadas y evitar que se resequen.
 
 
mujer aplicando crema de manos Nivea

1. Invierte en una crema de manos hidratante
¡Esto es imprescindible! La crema de manos 3 en 1 Antiedad de NIVEA tiene una fórmula nutritiva para un cuidado protector de 24 horas. Gracias a la coenzima Q10 propia de la piel y a los filtros de rayos UV, reduce visiblemente la aparición de arrugas, ayuda a prevenir las manchas de la edad inducidas por los rayos UV con un uso regular y deja las manos maravillosamente suaves.

2. Protege tus manos del sol
Todos sabemos que el sol puede resecar nuestra piel. Acuérdate de usar protector solar también en las manos y protegerlas de los efectos resecantes y dañinos del sol.

3. Cambia tu jabón
Aunque el lavado de manos es una de las grandes causas de la sequedad de las manos, no podemos evitarlo. Buscar jabones más suaves que limpien y calmen las manos al mismo tiempo puede evitar la irritación.

Las manos a menudo se pasan por alto en nuestras rutinas de cuidado de la piel, pero el cuidado de las manos es especialmente importante si eres propenso a la piel seca. Descubre la gama completa de cremas de manos NIVEA, con todo tipo de productos, desde jabones de fórmula suave hasta paquetes enriquecidos con ingredientes que cuidan la piel. Encuentra fácilmente los productos adecuados para nutrir tus manos.

4. Usa guantes
Si pasas mucho tiempo con las manos en el agua, usar guantes es ideal para tener una capa de protección que evite el contacto del agua con tus manos para evitar que se resequen.

5. Evita el calor
Los secadores de aire caliente pueden agrietar mucho la piel, ya que el aire caliente seca demasiado las manos. Utiliza toallas de papel en su lugar y seca la piel suavemente en lugar de frotarla, ya que puede causar irritación. Del mismo modo, el agua caliente para lavarse las manos y ducharse reseca la piel. Utiliza agua tibia en su lugar.

 

¿Cómo tratar la sequedad de las manos?

La prevención es a menudo el mejor tratamiento, pero para los casos extremos de manos secas y agrietadas y que necesitan ser reparadas aquí puedes encontrar algunas ideas para tratarlas:

1. La crema de manos reparadora 3 en 1 de NIVEA con Provitamina B5 aporta un alivio instantáneo a las manos secas y agrietadas. Su fórmula concentrada también repara en profundidad la piel seca con una hidratación intensiva, además de proporcionar una protección de 24 horas para unas manos bien cuidadas durante todo el día. 

También hay toda una serie de remedios calmantes que podemos probar en casa para aliviar las manos con sequedad extrema y reponer la barrera de hidratación natural de nuestra piel.

Crema de manos

3 remedios caseros para manos secas

1. Lávalas en avena

La avena cruda o cocida puede rejuvenecer mucho la piel. Añade un poco a un cuenco pequeño mezclado con aceite de oliva y pon las manos en remojo durante un rato, o sumérgete en un baño de avena con agua, pero recuerda que no debe estar demasiado caliente.

 

2. Exfolia tus manos

La exfoliación puede ayudar mucho a eliminar la piel muerta, seca y dañada. Prueba a utilizar una solución suave en casa mezclando aceite de oliva, aceite de coco (o cualquier aceite portador, como el de jojoba, almendras o semillas de uva) con 1 o 2 cucharadas de azúcar granulado. O sustituye el azúcar por sal para hacer un exfoliante más suave.

 

3. Aplicar Aloe vera

Con propiedades antibacterianas y antiinflamatorias naturales, no es una sorpresa que el aloe vera sea un ingrediente tan común para el cuidado de la piel. El gel de Aloe vera es un gran remedio natural para aliviar las manos secas, ásperas y agrietadas. Aplícalo en las manos limpias después del baño o la ducha para retener la humedad.

 

Cómo cuidar las manos secas en invierno

dos chicas sonriendo

El invierno puede ser duro para nosotros, pero también para nuestras manos. Incluso si normalmente tienes las manos suaves y flexibles, el clima frío y la calefacción quitan a nuestra piel sus aceites naturales, dejándolas secas, agrietadas, ásperas y rojas. Descubre aquí algunas formas de preparar y cuidar tus manos durante los meses más fríos.

1. Hidrátate, hidrátate e hidrátate
La clave es empezar a hidratar las manos antes de que haya un problema. Aplícate tu crema de manos favorita y asegúrate de hacerlo con regularidad, unas 5 o 6 veces al día, para sellar la humedad y mantener tus manos protegidas.

2. Usa guantes
Hablando de protección, ponerse guantes en invierno no sólo aleja el frío cuando bajan las temperaturas, sino que son imprescindibles para proteger las manos en los días helados.

3. Utiliza un humidificador
Utilizar un humidificador es una buena idea durante el invierno para mantener la humedad en el aire. El aumento de los niveles de humedad aliviará la sequedad de las manos y aligerará también el dolor en caso de picor. También funciona de la misma manera si la piel de tu cara se siente seca o tienes los labios agrietados.

Algunos consejos finales para tratar la sequedad en las manos

En nuestra ajetreada vida es fácil olvidar el cuidado de nuestras manos, hasta que es demasiado tarde. Asegúrate de estar preparado con estos últimos consejos:

Abastécete de cremas de manos
Guarda botes de crema de manos junto al lavabo en casa y en el trabajo, y mete uno en el bolso. Así tendrás siempre a mano un poco y te acordarás de usarla. Aplicar la crema después de lavarse las manos es especialmente bueno, ya que la piel húmeda absorbe los ingredientes activos más rápidamente.

Hidrátate por la noche
Antes de acostarte, aplícate la crema de manos más hidratante y cúbrela con un par de guantes o calcetines suaves. La humedad se absorbe durante la noche, por lo que por la mañana tendrás las manos más suaves e hidratadas.

Pide consejo
Recuerda que, si los síntomas son graves y te causan mucho dolor y malestar, no sufras en silencio. Puede ser un signo de una enfermedad más grave, así que ponte en contacto con tu médico para que te ayude y te aconseje.