El verano es la época en la que más cuidado hay que tener con la piel. La radiación solar puede crear un amplio rango de daños que van desde una leve irritación hasta cáncer de piel, además de dejar la huella de las antiestéticas manchas. De hecho, según un estudio reciente de www.nivea.es, la marca Nº1 mundial en cuidado de la piel*, cuatro de cada diez mujeres españolas (41%) entre 35 y 75 años declara que sufre de manchas de la edad, piel no uniforme o que son propensas a mostrar manchas, el doble, por ejemplo, que las alemanas (20%) y algo más que las brasileñas (30%).
Aunque el verano es la estación en la que más nos exponemos al sol, y en la que la radiación UV es más intensa, no debería ser el único momento del año en el que hay que protegerse del sol ya que la radiación ultravioleta está presente durante todo el año, y es el factor de riesgo principal en las manchas, en el envejecimiento prematuro, en el cáncer de piel y en otras enfermedades cutáneas. Eso significa que también hay que protegerse del sol en invierno, incluso en los días nublados.
Pese a que el sol puede ser uno de los grandes enemigos de nuestra piel, no es el único responsable de la aparición de las manchas oscuras de pigmentación. Estas aparecen cuando la melanina, el pigmento que da color a la piel, se produce y/o se distribuye de forma irregular.